"El blog de alguien a quien no merece la pena leer"
Angela Merkel.
"Guau, guau" Rex.
"Que Dios nos pille confesados" Benedicto XVI.
"¿Recuerdan mi famosa frase sobre la infinidad del universo? Pues este blog se refiere a lo otro" Albert Einstein.
"Tiene cara de ario" Adolf Hitler.
"Va de guay, pero es un simple camello" Friedrich Nietzsche.

9 de marzo de 2011

Caminante




Hace unos días cumplí 21 años. Con suerte un cuarto de mi vida se ha ido. Vives y no te das cuenta del tiempo, quizás lo único real de nuestras vidas. Conoces gente, lees libros, ves películas, fotografías, cuadros...

Cuando estaba en 3º de E.S.O. una profesora nos mandó escribir una redacción: ¿Cómo yo he llegado a ser yo? Todo el mundo se limitó a contar una pequeña historia de su vida (yo incluído), decribíamos nuestros gustos, nuestras aficiones, la familia y los amigos. En realidad, nadie habló de cómo habían llegado ser ellos, todos se limitaron a describir lo que eran.

Hasta el día de mi cumpleaños no había vuelto a pensar en esta redacción. Sé que 21 no es más que una cifra. Pero los cumpleaños te incitan a reflexionar. Me he dado cuenta de que no he hecho muchas cosas en la vida. De todos esos sueños o metas que te vas proponiendo no he realizado ni la mitad. 

Pensé en el por qué. No me ha dado tiempo, me dije. Estoy en el camino. Repasé todos los pasos que he dado para llegar al Víctor de hoy. Hay algún bache que otro, pero no me puedo quejar, todavía estoy caminando, y el camino irá cogiendo su forma. Lo importante es no olvidar lo que fuimos, ni lo que queremos ser.

Quizás yo todavía no he llegado a ser yo, y quizás nunca lo consiga. Pero como dijo la Agrado: "una persona es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma." 

Somos nuestros sueños en potencia.






2 comentarios:

  1. Lo primero de todo, ¡felicidades! Lo segundo: si te planteas esto desde tus 21,imagínate como lo hacemos los que lo hacemos desde los cercanos 45... Ya ni la mitad nos queda.

    Y lo más importante, que es lo que quería destacar de tu entrada en este comentario. De los años vividos, haz una lista de nombres auténticamente importantes (también puede hacarse de nombres jodidamente prescindibles) y te darás cuenta lo mucho que les debes para que tu vida ahora sea eso. Seguro que no son muchos, pero son decisivos. Vivimos gracias a nosotros y gracias a otros, que también viven (y también mueren).

    ResponderEliminar
  2. Es cierto, es un intersante ejercico de reflexión. No son muchas las personas verdaderamente importantes, pero te das cuenta de todo lo que han influido en tu vida y en lo que eres.
    Somos seres sociales, lo dijo Aristóles hace unos 2000 años. Y las cosas, en lo que a la persona se referie, no han cambiado.

    ResponderEliminar