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27 de enero de 2011

Buscando la verdad

Hola de nuevo.
Las cosas ya han vuelto a la normalidad (dentro de lo que cabe).
Levo dos días escribiendo sin parar sobre Idioterne (The idiots) y Todo sobre mi madre, de hecho, he escrito tanto que me pasado y ahora tengo que sintetizar todo mucho más, cosa que me está costando bastante dado que lo tengo que hacer en inglés. Preveo una larga jornada por delante, con pocas horas de sueño y eso. Es curioso que la mejor manera de relajarme sea escribiendo más. En fin.

En estos dos días hay un conjunto de cosas que me rondan la cabeza, todas ellas motivadas por películas que he visto durante los mismos: Funny Games (M.Haneke), Roma, città aperta (R. Rossellini), Idioterne (L.von Trier) y Todo sobre mi madre (Almodóvar). Es curioso cómo películas tan distintas pueden estar a la vez tan conectadas. Todas ellas me llevan a reflexionar acerca de la realidad, la realidad plasmada en el cine, la realidad en nuestras vidas. 
Haneke nos plantea una cuestión acerca de la realidad: ¿es relidad todo lo que vemos? Y yo digo: ¿Por qué esta película es es menos real que la alarma que nos despierta por la mañana? El espectador no es un ente pasivo, el espectador siente la película, cada plano largo y estático con el que Haneke nos atormenta en esta película es algo real. Algo que podemos ver, oir y sentir. Estamos a la espectativa de que suceda algo que sabemos que va a ocurrir. Todos sabemos cómo va a acabar, no puede terminar de otra forma. Por eso el personaje que encarna Michael Pitt puede retroceder en el tiempo con el mando de la televisión. No existe otro destino posible.  Este es un juego real, está sucediendo, no hay que darle más vueltas. Ahora viene la pregunta, ¿pero cómo puedes decir que este juego es algo real, si nosotros no podemós retroceder en el tiempo? La respuestar es sencilla: NO ES MÁS QUE UN JUEGO. Su creador hace las normas, los que participan las acatan. 
Desgrciadamente tampoco podemos comprar comida con el dinero del Monopoly, cada juego tiene sus códigos. Si los aceptas puedes participar, si no, no juegues.
Creo que este es un asunto complicado de explicar que quizás no he desarrollado muy bien, debido en parte a que estoy escrbiendo a vuela pluma y sin pensar mucho en que mis palabras y la estructura sean las más adecuadas.
Quizás los casos de Almodóvar y Rossellini sean más similares. Aunque en esta ocasión Almodóvar no intenta buscar la verdad a través de de una historia verosímil, algo que si hace Rossellini, ambos crean unos personajes muy profundos y complejos en los que la pureza (o no) de la condición humana y los sentimientos salen a relucir a pesar de las diferencias. Buscan la verdad a partir de los personajes. Los de Almodóvar en particular, son algo más complejos debido a su naturaleza un tanto extraña y a la ambigüedad de algunos de ellos. Por ejemplo Lola, un travesti que a pesar de sus deseos de parecerse a una mujer, planta su semilla allí donde le deajn.
En Idioterne Lars von Trier busca el acercamiento a la realidad mediante el conocido como cine dogma (aquí os dejo un enlace que se lo explicará de manera rápida a quien no lo sepa http://es.wikipedia.org/wiki/Dogma_95 ). La verdad del relato la conforman todos los elementos que componen la película. Es una revelación contra la superficialidad del cine comercial y la reclamación del cine como arte, y no como industria.
Sintiéndolo mucho tengo que dejar aquí la entrada. Me tengo que ir a clase y creo que llego un poco tarde.
Espero no haberos aburrido mucho.

PD: Lo siento si hay alguna falta de ortografía o alguna expresión sin sentido. Lo revisaré cuando llegue de clase.






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